sábado, 20 de octubre de 2012

Agnosia y Prosopagnosia



Imagínate levantarte por la mañana, estar desayunando y que se presente un señor en la cocina al que desconoces por completo y te intente besar. Puede ser el argumento de una película de miedo pero si en ese instante llegan dos críos a los que tampoco has visto en la vida y empiezan a llamarte mamá, yo que tu empezaría a preocuparme.
La prosopagnosia  es una forma de agnosia visual consistente en la incapacidad para reconocer rostros. Las agnosia se considera  “fallo en el reconocimiento de estímulos que no puede ser atribuido a defectos sensoriales elementales, deterioro mental, trastornos atencionales, falta de denominación de tipo afásico o falta de familiaridad con el estímulo presentado o el canal sensorial a través del cual se presenta”. Es decir, el paciente no puede reconocer el rostro de quienes lo rodean y en ocasiones les cuesta reconocer el suyo propio frente a un espejo o en una fotografía.

Existen distintos tipos de agnosia:
  • Agnosias visuales: no poder reconocer objetos, caras (prosopagnosia), colores, figuras mezcladas...
  • Agnosias táctiles: incapacidad para reconocer mediante el tacto.
  • Agnosias somáticas: no reconocer o localizar partes del propio cuerpo.
  • Agnosias auditivas: incapacidad para reconocer sonidos, puede ser específica para ruidos (agnosia auditiva para los sonidos) para palabras (agnosia verbal) y para la música (amusia).
  •  Agnosia olfativa
  • Agnosia gustativa
En todos estos tipos de patologías no existe daño alguno en los órganos que captan los estímulos, en este caso la lesión se sitúa en el cerebro, concretamente en las áreas receptoras secundarias situadas en el tálamo. Esta lesión puede deberse a un traumatismo craneoencefálico, accidente cerebrovascular (ictus), demencia, intoxicación por monóxido de carbono u otros desórdenes neurológicos.

Para el diagnóstico de estas enfermedades existen distintos test y ejercicios que esclarecen el tipo de problema y su gravedad. Concretamente para la prosopagnosia existe una prueba denominada “Test de reconocimiento facial” de Benton que consiste en mostrar al paciente una serie de fotografías de personas que pueden ser o no del entorno del paciente y emparejarlas con otro grupo de fotografías de las mismas personas pero sacadas con otro tipo de luz o en distintos ángulos. Existe otra prueba denominada "Test de reconocimiento mnésico de Cambridge” de Duchaine que aun no está muy extendida.

No existe un tratamiento efectivo para la prosopagnosia, aunque se han desarrollado técnicas para mejorar la capacidad de reconocimiento pero basándose en detalles como distinguir el tono de su voz, el olor, la forma de su cuerpo, el color de pelo o características de la vestimenta de personas concretas…

La prosopagnosia puede ser congénita o aparecer tras un traumatismo o enfermedad degenerativa siendo más problemático su diagnóstico en el primer caso. Esto se debe a que puedes nunca haber reconocido una cara pero inconscientemente utilizar otros elementos para asociar a tus familiares y amigos por lo tanto desconoces que los demás si lo hacen.

Ahora piensa en tu madre, padre o hermano pequeño y piensa como sería tu vida si en lugar de su rostro percibieras una cara vacía. ¿Inquietante verdad?

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