La preeclampsia, también conocida como toxemia del embarazo, es una complicación médica del embarazo que se asocia a hipertensión inducida durante el embarazo y a proteinuria (elevados niveles de proteína en la orina).

Existen dos tipos de preeclampsia:
- Preeclampsia leve: la tensión arterial se encuentra entre 140/90 y 159/109 mmHg (TA) 140/90 - 159/109 mmHg y la proteinuria es mayor o igual a 300mg/24h.
- Preeclampsia severa: la tensión arterial es mayor o igual a 160/110 mmHg y la proteinuria mayor o igual a 5 g/24h.
- Edema de cara, ojos y manos aunque no se debe confundir con la hinchazón de pies y manos que es normal en las embarazadas.
- Aumento repentino de peso de más de un kg por semana.
- Dolores de cabeza que no desaparecen.
- Dolor abdominal en el lado derecho, debajo de las costillas.
- Disminución del gasto urinario, no orinar con mucha frecuencia.
- Náuseas y vómitos.
- Cambios en la visión, como: pérdida temporal de la visión, ver puntos o luces centelleantes, fotosensibilidad y visión borrosa.
La única forma de curar la preeclampsia es dar a luz al bebé.
Si la preeclampsia es leve se recomienda a la embarazada tomar mucha agua, reducir la ingesta de sal, tomar medicamentos que reduzcan la tensión arterial etc.
Por otro lado, si el bebé está desarrollado se inducirá el parto o se realizará una cesárea.
Hoy se publicaba la noticia de que expertos de la Red de Investigación de Enfermedades Renales (REDinREN), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (CIBERER) han descubierto que la endoglina soluble "tiene un papel fundamental" en el desencadenamiento de esta enfermedad.
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