
El trastorno daña los pequeños vasos sanguíneos en los glomérulos renales.
Los glomérulos filtran la sangre para producir orina y eliminar los productos
de desecho de la sangre. Inicialmente no existen síntomas pero poco a poco la
capacidad de filtración glomerular se ve disminuida hasta que se pierde,
produciéndose una acumulación de líquidos y los productos de desecho que se
eliminan en la orina.