Imagínate
levantarte por la mañana, estar desayunando y que se presente un señor en la
cocina al que desconoces por completo y te intente besar. Puede ser el
argumento de una película de miedo pero si en ese instante llegan dos críos a
los que tampoco has visto en la vida y empiezan a llamarte mamá, yo que tu
empezaría a preocuparme.
La
prosopagnosia es una forma de agnosia visual consistente en la
incapacidad para reconocer rostros. Las agnosia se considera “fallo en el
reconocimiento de estímulos que no puede ser atribuido a defectos sensoriales
elementales, deterioro mental, trastornos atencionales, falta de denominación
de tipo afásico o falta de familiaridad con el estímulo presentado o el canal
sensorial a través del cual se presenta”. Es decir, el paciente no puede reconocer
el rostro de quienes lo rodean y en ocasiones les cuesta reconocer el suyo
propio frente a un espejo o en una fotografía.